La mujer helada de Annie Ernaux


La mujer helada” de Annie Ernaux tiene una sorprendente manera de escribir, unas frases cortas, a veces tan directas que dan la impresión de frases inconexas. Su manera de escribir te mantiene atenta, en guardia todo el tiempo. 

A. Ernaux, con su escritura, te va descubriendo lentamente creencias que afortunadamente has superado y otras que siguen dentro de ti, que mantienes escondidas en parte para que no se noten y en parte porque no has sabido romper la cuerda que te mantiene unida a ellas. Consigue subir a la superficie aquello que siempre ha estado allí y el transcurso del día a día, que te ha comido poco a poco, te ha hecho absorber.

Annie Ernaux pasa a formar parte de ese grupo de escritoras a las que vuelvo. Como el que vuelve a casa porque necesita algo que solo allí puede encontrar. Me gusta reencontrarme con esa ficción autobiográfica como una forma especial de protestar en silencio de todo aquello en lo que te ves reflejada.

Mientras leía, en más de una ocasión, he debido pararme para tragar saliva y tomar consciencia del gran valor que tiene el que alguien sea capaz de poner ante ti palabras sensaciones propias sobre la maternidad y la condición de ser mujer, pero que has dejado escondidas bajo llave en tu interior. 

Invito a quien desee cuestionarse que se coloque ante este libro.

No sé si existen libros están escritos para un sexo determinado, pero me gustaría poder hablar sobre las sensaciones que despierta en un hombre la lectura de un libro como este. 


Este artículo de elDiario.es divino nos hace entender la dimensión que tiene o que debería tener la obra de Annie Ernaux,

En dicho artículo he leído la etiqueta adjudicada a la escritura de Annie Ernaux: la autoficción.

Annie Ernaux no escribe una autobiografía como tal, aunque dicen que ella nunca llama a sus libros novelas. Será porque nos escribe, nos narra las emociones y los sentimientos vividos y explicados por una mujer, consiguiendo entrelazar la realidad con la ficción con un hilo finísimo e imperceptible.

Cuando escribes analizando la escritura que nos legará Annie Ernaux vas dimensionando el valor de esa escritura, algo muy fácil de entender si lees su discurso de aceptación del Premo Nobel. Aquí los dejo linkado por si alguien desea acercarse a él. Es una maravilla, todo un regalo poderlo leer.

https://blog.revistacoronica.com/2022/12/discurso-de-annie-ernaux-premio-nobel.html

Un discurso brillante que abría con estas palabras: 

"Por dónde empezar? Me he hecho esta pregunta decenas de veces delante de la página en blanco. Como si tuviera que encontrar la frase, la única, que me permitiera empezar a escribir el libro y barrer con mis dudas de golpe. Una especie de llave. Hoy, para afrontar una situación que, tras el estupor del acontecimiento –"¿de verdad me está pasando esto a mí?– mi imaginación me presenta con un miedo creciente, es la misma necesidad la que me abruma. Encontrar la frase que me dé la libertad y la firmeza para hablar sin temblar, en este lugar donde me han invitado esta noche.

Esa frase, no necesito buscarla muy lejos. Surge. En toda su nitidez, su violencia. Lapidaria. Irrefragable. La escribí hace sesenta años en mi diario íntimo. "Escribiré para vengar mi raza".


Annie Ernaux nació en Lillebonne un 1 de septiembre de 1940. Su infancia la vivió en la trastienda de una bar-tienda de sus padres en un pueblecito de Normandia en Ivetot. Fue una alumna brillante y una gran lectora. Con 20 años vivió y trabajó en Londres un tiempo. Regresa a Ruan para formarse como maestra de Primaria para acabar licenciándose en francés, trabajó como profesora de secundaria en Annecy a donde se trasladó a vivir. Se casó, tuvo dos hijos, vivencias que une y despliega en La mujer helada, libro de esta reseña. 

Una mujer con una interesante biografía que dejó aquí linkada: https://www.elespanol.com/el-cultural/letras/novela/20221006/nobel-escritura-cuchillo/708679472_0.html






 


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