La autopista Lincoln de Amor Towles

 Al cerrar este libro he tenido la impresión de haber estado junto a unos personajes que me iban contando su historia. Así que, si tienes ganas de que alguien te explique una historia, ponte a leer “La autopista Lincoln” de Amor Towles. Tenía muy buenas recomendaciones sobre la escritura de Amor Towles, pero ha superado mis expectativas. Me resistía por la pereza de empezar un libro de 600 páginas y he comprobado que vuela en tus manos. Capítulo a capítulo, personaje a personaje vas viviendo el viaje que inician juntos los jóvenes protagonistas. Un viaje donde lo importante, como en la vida, es el camino, lo que ocurre mientras estás viajando. Emmet y su hermano de 8 años, Billy, en su Studebaker deciden después de la muerte de su padre atravesar el país en busca de la madre que los abandonó siendo niños. Sin ellos escogerlo al viaje se les unen Duchess y Woolly, compañeros del correccional donde ha estado Emmet hasta ahora. Cada uno de ellos con su mochila a cuestas, ninguna de ellas de las cómodas, van alternando la voz en cada uno de los capítulos para irnos explicando “su” trayecto. 

Durante el recorrido nos encontraremos personajes muy especiales, algunos también toman la voz en algún capítulo. Esa estructura es la que le da a la novela ese ambiente de oralidad que decía al principio, como si alguien te explicase aquello que le ha pasado. Con frases sencillas, muy explicativas o descriptivas, con referencias a la mitología y a la literatura, el viaje de la lectura se convierte en un verdadero placer.  Entras en un libro lleno de magia, de los sueños y de las aspiraciones de sus protagonistas.

He leído que de los libros de Amor Towles no es el mejor, yo no puedo comparar porque es el primero que leo, me ha encantado y me acercaré al siguiente de aquí un tiempo, que no me gusta leer libros del mismo autor muy cerca uno de otro.

No lo dejes escapar

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La autopista Lincoln era en los años 20 la única vía que permitía atravesar los EEUU actualmente ha quedado obsoleta y abandonada, pero ha servido a Amor Towles para sostenerla como el elemento donde sus jóvenes personajes pueden transitar hacia su proyecto de vida. 

En una entrevista al escritor en La Vanguardia nos dice:

 “El libro habla de lo que significa tener 18 años –dice Towles–. Hasta esa edad, nos creemos lo que nos dicen, pero a partir de ahí ya podemos decidir nosotros cómo funciona el mundo y lo que está bien o mal. Cuando llega ese momento tan emocionante, revisitamos las cosas que nos han ido contando, las aceptamos o las rechazamos, podemos decidir ser como nuestro padre o todo lo contrario”.

A modo de curiosidad vale decir que en dicha entrevista Amor T. reconoce que le gustaría ser tan paciente y generoso como Emmet el personaje “más” protagonista de la novela.

El valor de esta novela reside en la construcción de sus personajes. Todos ellos superpotentes y muy diferentes. La riqueza de los principales y no principales en “La autopista Lincoln” es espectacular. Como a través de sus actos nos van mostrando como son, que desean y que es lo que les ha llevado hasta aquí. Todos jóvenes, pero con una historia a sus espaldas de gran peso. A pesar de ello, ese sentido de mirar hacia adelante hace de la lectura un momento agradable y lleno de esperanza. 

En ocasiones se escapa una tierna sonrisa por ese sentido particular que manifiestan Emmet y Duchess a la hora de saldar o pagar las cuentas pendientes que tienen, por hechos que cometieron con anterioridad y de los que ahora se arrepienten. Emmet es un personaje especial, tierno con su hermano pequeño, amigo de sus amigos y paciente con lo que el camino por la autopista le va trayendo aunque lo aleje de su objetivo. Lo mismo ocurre con la ternura que despierta Billy, el hermano pequeño de Emmet, abrazado a un libro maravilloso que nos va explicando poco a poco con su visión inocente, y limpia, pero no por ello menos acertada de la vida, mostrando en todo momento un gran sentido común propio de las grandes inteligencias.  Woolly, uno de los compañeros del correccional donde ha estado Emmet, que se apunta a su viaje junto a Duchess sin ser invitados, lo imagino grandullón y tierno de corazón, un buen orador y oyente.  Duchess me ha costado más acercarme a él, las situaciones a las que se enfrenta en la historia lo hace ir de un lado hacia otro, justo hasta el final de la novela donde Billy nos señala un detalle importante de él (evito spoiler), allí puedes ponerte un poco más en su lugar. 

Junto a los principales personajes nombrados tenemos a Ulyses personaje útil para introducir esa parte mitológica y fantástica a la historia junto al autor del libro que viaja junto a Billy. Sin olvidar a Sally la joven vecina de Emmet y Billy siempre dispuesta a ayudarlos y a estar junto a ellos o la mágica aparición del escritor del mágico libro de Billy. 

Amor Towles, escritor nacido en Boston en 1964. Su primer éxito como escritor fue “Normas de cortesia” considerada la mejor novela de 2011 por The Wall Street Journal. Más adelante publicó “Un caballero en Moscú” del que dicen ha vendido más de un millón de ejemplares. Con esta publicación pudo dejar el mundo de las finanzas al que se dedicaba para ser solo escritor. Para él contó con la recomendación de dos personas influyentes en el mundo: el expresidente Barack Obama y el magnate Bill Gates.

Sorprendente que un libro que en “Un caballero en Moscú” leemos una novela donde el personaje no se mueve de la habitación de un hotel y en “La autopista Lincoln” leemos la historia de unos personajes que viajan desde el primer capítulo al último.

Aquí dejo el link una interesante entrevista que se le hizo a Amor Towles cuando vino a Madrid, en ella supe que “El caballero en Moscú” acaba a la misma hora que empieza “La autopista Lincoln”.

Nos dice en la entrevista: 

ENTREVISTADOR: Es curioso: su anterior novela terminaba el 21 de junio 1954 a la medianoche. Esta comienza el 21 junio 1954 a las 17.

AMOR TOWLES: Es la misma hora, dada la diferencia horaria [la primera, en Moscú; la segunda, en los Estados Unidos]. Me di cuenta cuando promediaba la escritura de “La autopista Lincoln”. Me gusta que terminen en el mismo momento histórico porque es muy auténtico y parecido a la vida.

¿Nos está avanzando alguna noticia sobre su próximo libro?

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