No y yo de Delphine de Vigan


 


"No y yo" es una historia con la firma indiscutible de la Delphine de Vigan que nos acerca a la vida de unos personajes que no lo tienen fácil, por como son, por lo que les ocurre y por las circunstancias que les rodean. Como es habitual en sus novelas, nos obliga a reflexionar sobre realidades sociales silenciadas. Entra en la psicologia de los personajes mostrando sus interioridades de forma brillante.

En esta ocasión hacemos la lectura desde Lou la protagonista. Será la voz de una adolescente de unos trece años, superdotada y con pocas habilidades sociales. Al leer la historia desde su punto de vista nos acercamos a la forma de pensar de una mente privilegiada como la suya, al mismo tiempo que descubrimos muchas de sus dificultades y cuestionamientos. 

No es una joven sin techo que vive en la calle y que solo a veces, come o duerme bajo techo, todo ello con tan solo dieciocho años. Lou y No se hacen amigas porque la primera debe hacer un trabajo de escuela y ha decidido realizarlo sobre el tipo de vida que lleva No. Se deberá enfrentar a una exposición oral ante sus compañeros de clase, cosa por la que siente verdadero terror.

Junto a Lou y No tenemos a Lucas. Un compañero de clase de Lou, al que la vida también lo ha situado en un entorno familiar diferente del habitual. Lucas tiene un papel de facilitador en las vidas de ambas chicas. Vive solo sin sus padres y aunque en clase desempeña un papel transgresor como compañero es una persona encantadora.

El trabajo de la escuela de Lou sobre los sin techo será el hilo de la historia, donde nada sobra, con un ritmo ágil y una escritura sencilla. Con ella tenemos la oportunidad de acercarnos a ese mundo desconocido de los sin techo, a las personas de altas capacidades y a la mochila que la vida de padres y madres cargan sobre sus hijos.  

Una novela de Delphine de Vigan que he disfrutado y  que resulta necesario leer por la cantidad de reflexiones que te sugiere durante la lectura. 

Los tres protagonistas de la historia comparten la falta de un círculo social que los envuelva y que los proteja cuando en realidad es para lo que sirve el vínculo de pertenencia a un círculo social.

Lou muy al principio cuando reflexiona sobre las sensaciones que le produce sentirse cerca de No en sus primeras entrevistas, nos explica que le produce sentirse fuera de un círculo social:

“Toda mi vida me he sentido siempre fuera, allí donde estuviese, fuera de la imagen, de la conversación, desfasada, como si fuese la única que oyera ruidos o mensajes que los demás no perciben, y sorda a las palabras que parecen entender, como si estuviese fuera del encuadre, del otro lado de un cristal inmenso e invisible."

Denunciando al mismo tiempo cuanto de necesario es poseer esa pantalla protectora que ofrece un círculo social y más cuando hablamos de un adolescente: 

"Y, sin embargo, ayer estaba allí, con ella, hubiera podido dibujarse un círculo que nos envolvía y que, durante unos minutos, nos protegía del mundo.”

Delphine de Vigan nos lleva con esta historia (con todas las que he leído de ella) a reflexionar sobre algunas de las realidades sociales que tenemos delante. La novela nos acerca a esa mirada que huye para no enfrentarse con esa verdad que al verla duele o avergüenza:

“Antes de conocer a No, pensaba que la violencia estaba en los gritos, en los golpes, la guerra y la sangre. Ahora sé que la violencia también está en el silencio que a veces es invisible a la simple mirada.”

 “No y yo” no olvidaré este título. Deliberadamente, Delphine de Vigan me ha obligado a releer el inicio de muchas de las frases de su libro que empezaban con la palabra NO. En todas las ocasiones entendía el No como la negación, cuando en realidad estaba indicando el nombre de una de las protagonistas. Curiosa estrategia de la autora para mantenerte conectada a la historia en todo momento.

La mirada que nos ofrece en esta historia es real sin llegar a la crudeza de otras de sus historias. He disfrutado mucho su lectura, me ha resultado agradable de leer como ocurrió con “Las lealtades “ y “Las gratitudes” y no ha sido tan dolorosa como lo fue “Nada se opone a la noche”.

Me he apuntado para que no se me escape “Los reyes de la casa” me gusta como Delphine da voz a los problemas de nuestra sociedad y como los muestra, dejando que el lector se sitúe, que tome partido sin llegar a imponer su visión personal.




Comentarios