La casa de huéspedes de Ana Lena Rivera
En el corazón de una España asolada por la Guerra Civil, una bomba que estalla en un edificio de Madrid no solo sacude sus cimientos, sino también el destino de quienes lo habitan. Es en este instante crucial donde la vida de Ángela, hija de los porteros, da un giro tan inesperado como conmovedor. El coraje y la urgencia la empujan a huir con una niña en brazos, hija de un joven matrimonio que acaba de perecer en el asalto. De esta manera, Ángela decide reinventarse y abrazar una nueva identidad, adentrándose en la vida de una rica familia asturiana que la acoge creyendo que es su joven nuera y su hija, la nieta acabada de nacer. Ángela deberá pagar un alto precio con dolorosas renuncias y un gran peso por la verdad silenciada.
En la casa de huéspedes de Madrid, donde cae la bomba, muere también el padre de Elvira, que unos días antes se había puesto a salvo, huyendo a Burdeos con su madre para instalarse en casa de su tía, casada con un francés.
La novela nos transporta a través del tiempo y la geografía: desde el Madrid en guerra hasta la serenidad herida de Oviedo pasando por la atmósfera cosmopolita de Burdeos, mientras nos invita a recorrer los senderos de la posguerra, donde las penurias y la lucha diaria marcan el pulso de sus personajes. Destaca el negocio de la casa de huéspedes, escenario que será testigo del paso de tres generaciones de mujeres, cada una con sus secretos, anhelos y cicatrices. El vínculo entre Ángela y Elvira, forjado en la infancia y desgarrado por la contienda, se convierte en el hilo invisible que trenza sus destinos, tan distintos y, sin embargo, tan entrelazados.
Ana Lena Rivera despliega su prosa con la sencillez y la belleza de quien sabe mirar el alma humana, dibujando personajes tan reales como imperfectos. Las contradicciones, miedos y arrepentimientos que sienten nos acercan a ellos hasta el punto de reconocer en sus dudas y anhelos algo de nosotros mismos. En este relato, las mujeres toman el centro del escenario: son madres, hijas, amigas y enemigas, siempre marcadas por el esfuerzo de sobrevivir y la necesidad de proteger lo propio en tiempos de incertidumbre.
Esta historia, pausada y envolvente, es un homenaje a lo cotidiano, a los gestos pequeños y a la fuerza invisible que sostiene a las familias. La autora nos invita a reflexionar sobre los valores humanos, por encima de las convenciones morales impuestas por la época, y a descubrir, entre secretos y renuncias, la belleza de la resiliencia femenina.
Si buscas una novela que te envuelva con una voz única, que te acerque a personajes llenos de matices y humanidad, transportándote por escenarios llenos de historia y emociones conocidas por conocer desde cerca, este libro es una buena lectura. La narrativa de Ana Lena Rivera crea unos personajes llenos de virtudes y contradicciones, para acabar regalándonos un relato tan humano como real.
Ana Lena Rivera.(Oviedo, 3 de mayo de 1972) Una escritora, joven pero ya con una reconocida bibliografía:

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