Betty de Tiffany McDaniel

 


Hacía mucho tiempo que sentía interés por leer "Betty" de Tiffany McDaniel. 

Últimamente, busco para los momentos de lectura, ternura y evasión en las historias para que me aporten paz y descanso. Por ello evito los libros con dolor, donde la dureza de la vida de los protagonistas me salpique excesivamente. 

Miraba la portada de Betty y la iba dejando pasar hasta que un impulso me hizo abrir el libro, las palabras de Tiffany hipnotizan y te atraen y allí me quedé. Indudablemente, durante la lectura sentí ese dolor del que hablaba antes, pero la escritura de Tiffany McDaniel me hizo entrar en su novela desde la magia, haciendo brillar la inocencia de Betty por lo que transmite mucha ternura.

Tiffany McDaniel homenajea con su libro a su madre Betty Carpenter. La toma como protagonista novelando su vida. Abre la historia utilizando la primera persona, con la voz de la misma Betty cuando era una niña de 9 años. 

Betty es la única de ocho hermanos que hereda los rasgos y la piel oscura del padre de origen cheroqui. La madre es rubia de piel blanca. Betty, por sus rasgos físicos y por ser una chica, recibirá de forma acusada el rechazo y el abuso de sus compañeros en la escuela, de sus vecinos y de uno de sus hermanos. El padre de Betty, Landon Carpenter, es un referente continuo en su vida, un hombre que con su ejemplo y su trabajo intenta transmitirle toda su sabiduría. Se convierte en un personaje destacado y endulza la vida de la hija más cheroqui que tiene. Acompañar a Betty durante la lectura resulta doloroso y emotivo. Solo soportable por lo conmovedor y entrañable que resulta la personalidad del padre, junto a la magia que utiliza Tifffany McDaniel en su narrativa. 

Betty es una novela de más de 500 páginas que he leído de forma pausada. Es el ritmo que me ha impuesto el relato, por la profundidad de lo que se explica he preferido dejarla entrar despacio.  Es un libro de 500 páginas en las que no sobra ni una sola palabra. 

Una historia y una escritora que se quedará conmigo. 

Los libros de Tiffany McDaniel son un buen referente en los valores y creencias que son necesarios preservar y practicar. Recojo aquí sus palabras en una entrevista que leí en  La Vanguardia para que se entienda que dimensión tiene lo que escribe: 

"- Sin justicia social y racial seguirá habiendo fracturas complejas en las comunidades negra, latina y nativa. Cuando la sociedad está estructurada para beneficiar a una clase alta mayoritariamente blanca, el factor racismo se cruza irremediablemente, y se evidencia la desventaja de las comunidades negras, latinas y nativas en todas las áreas, desde la atención médica hasta la educación. Creo que hay que resolver ambos temas, para paliar las injusticias sociales que se cultivan en ambos frentes.

- ¿Qué piensa cuando indican que su libro será, un día, un clásico de la novela rural estadounidense? ¿Le gustaría que fuera lectura obligada en las escuelas?

- Me siento honrada por este cumplido. Espero que Betty, y libros como Betty, que celebran las voces indígenas y en particular las indígenas femeninas, acaben siendo algún día lectura obligatoria en las escuelas. Cuando era niña, en la década de los noventa, la historia indígena no se enseñaba en mi sistema escolar. Es un gran perjuicio para los pueblos indígenas del mundo que no se cuente su historia, que se hayan borrado su lengua y cultura, cuando deberían celebrarse. Solo espero que la voz de Betty se sume a ese coro de voces en esa necesaria celebración.





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