Historias de mujeres casadas de Cristina Campos

 


Con “Historias de mujeres casadas” Cristina Campos consiguió ser finalista del Premio Planeta 2022.

Llegue a este libro porque había leído de Cristina Campos “Pan de limón con semillas de amapola” y me había encantado la historia y la forma de narrarla. 

"Historias de mujeres casadas" es una novela en que tres amigas casadas que comparten trabajo nos muestran su relación de amistad hablando del sexo y del amor.  La escritora explica a través de sus protagonistas como las mujeres viven la sexualidad, dejando en evidencia los tabús que todos conocemos y que, aunque parezca mentira todavía existen. En su narrativa no omite ni puntos, ni comas, las amigas se narran todos los secretos relacionados con su sexualidad. Con naturalidad, sin grandes planteamientos, con bastante humor y con una trama de mucha acción. Parece que ha querido dar a Gabriela el papel de protagonista principal, será ella que después de largos tratamientos de fertilidad ha conseguido tener el deseado hijo con Germán y la que describirá su infidelidad matrimonial con mayor detalle sin que ello suponga romper el lazo matrimonial. 

Me resulta difícil criticar el trabajo de alguien que escribe, pero esperaba más, la trama permitía profundizar. Da la impresión de estar escrita tan deprisa como la acción que describe, sin darle aquel punto de ebullición que descubres en las novelas que consiguen quedarse en la memoria.

Un libro que he leído porque está escrito de forma amena, con mucha acción y con unos personajes que no dejan de hacer cosas. Pero no me ha resultado su lectura tan agradable como la de “Pan de limón con semillas de amapola”. No lo he abandonado porque el anterior me gustó y esperaba que se arreglará en algún momento.

El tema es interesante, está escrito de forma abierta, difícil de ver en escritoras del país, Cristina escribe sobre el sexo sin pelos en las teclas, llamando las cosas por el nombre que a ella le apetece. Reconozco que es entretenido porque la acción arrasa, pero he encontrado a faltar aquellas escenas típicas de momentos de reflexión aquellos que ayudan a crear opinión. Del porque una mujer que mantiene sexo fuera del matrimonio no llega a romperlo, a pesar de que la unión ya ha llegado a un camino de blanco y negro. O bien, porque una mujer actual, de familia rica, concede casarse con quien su familia ha decidido sin que ella tenga interés especial por ese hombre. Porque Silvia, la tercera amiga, aguanta las embestidas sexuales de su marido sin apetecerle nada en absoluto. Guardando su secreto casi hasta el final de la novela. 

En definitiva, Cristina nos conduce por la historia con un ritmo trepidante que no da lugar a esos momentos de reflexión que he añorado en alguna ocasión mientras leía.

La lectura de esta novela me ha hecho pensar mucho en mi profe de escritura. Cuando me chinchaba porque no hundía a mis personajes en el centro del conflicto. Los mojaba ligeramente pero no los llegaba a sumergir del todo. Me decía que nunca los dejaba sufrir lo suficiente y con ello no conseguiría implicar lo suficiente al lector. Cuánta razón veo ahora en ello. Esa es la impresión que me ha causado esta historia, no he visto sufrir a los personajes y por lo tanto no los he llegado a querer del todo. Me iban mostrando sus vidas, sus problemillas, sin luchar por su posición, moviéndose normalmente dentro de un ambiente frio sin dejarme conectar con ellos del todo.

Para mí es una novela que podría recordar con el tiempo y que se ha quedado a medio camino.


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