Del color de la leche de Nell Leyshon

 


Una adolescente de quince años, que aprende a leer y escribir mientras trabaja de criada en casa de un vicario, utiliza la escritura para encontrar algo parecido a la paz consigo misma. La escritura es sanadora, algunos también la llaman salvadora y en este libro sirve para que la protagonista pueda sentir que algo de justicia ha llegado a su vida. La protagonista nos va anunciando en varias ocasiones que el motivo de su escritura es explicarnos lo que le ha ocurrido y que cuando lo haga todo habrá terminado... Es su forma de prepararte para el terrible episodio que le ha tocado vivir. Parece tener prisa en explicártelo todo. Temes que algo grave va a suceder, al llegar al final de la historia logras entenderlo.

El personaje de Mary está dotado de tal sencillez, de tal humanidad que mejor no explicar mucho de él para que si lo lees puedas descubrirlo. Con una inteligencia exquisita utiliza la escritura para romper el silencio del ambiente rural del siglo XIX que le ha tocado vivir. Donde la mujer y las niñas sólo sirven para trabajar y callar, callar mucho. 

Que voz tan potente consigue crear Nell Leyshon. La voz de una inteligente adolescente en posesión de una sinceridad chocante por la falta de convencionalismos sociales en su educación. Una niña sometida al machismo que por ella misma consigue alzar la voz de una forma peculiar. Un personaje de los inolvidables. 

De lo mejorcito que he leído este año.


Una corta pero gran historia ocurrida en un ambiente rural inglés del siglo XIX, donde se relata el ejercicio del poder patriarcal, con la figura de la mujer sometida violentamente a él en una sociedad donde la voz de la mujer no existe. Alegrías, en esta historia, leeremos pocas ya que no deja de ser una constatación histórica de la vida de la mujer del campo en ese siglo.

Desde el principio te sientes atrapada como lectora por esa mano de Mary que te informa que es la que escribe la historia y lo hará desde el principio para que tú puedas entender lo sucedido. 

éste es mi libro y estoy escribiéndolo con mi propia mano.

 en este año del señor de mil ochocientos treinta y uno he llegado a la edad de quince años y estoy sentada al lado de mi ventana y veo muchas cosas. veo pájaros y los pájaros llenan el cielo con sus gritos. veo los árboles y veo las hojas.

 y cada hoja tiene venas que la recorren. “

Cuando leo un libro donde el protagonista es un niño o una niña y es su voz la que narra la historia me alucina como el escritor es capaz de hacerte creer que realmente es un niño o una niña quien está narrando. Aquí es Mary, esa niña de quince años que nació en una granja, que no sabe leer, que aprende a hacerlo con rapidez, con el cabello del color de la leche y con un problema en su pierna que le dificulta caminar. Una niña que trabaja de sol a sol junto a sus tres hermanas mayores y su madre, bajo el dominio y el abuso de su padre y con un abuelo, en cama, que la adora. 


“y mi padre vivía en una granja y tenía cuatro hijas de las cuales yo soy la que nació hace menos tiempo.

 en la casa también vivían una madre y un abuelo.”

Una niña alquilada por su padre al vicario para que cuide a su mujer enferma y le haga las labores de la casa. Una vida que parece mejor porque el trabajo no resulta tan duro inicialmente, pero que ella sufre por no haberlo escogido y haber perdido el contacto con su ambiente y su familia. 

A modo de gran carta, sin mayúsculas, con frases cortas, sencillas y con pocos artilugios léxicos quedas atrapada desde el principio hasta el final. Vas pasando por todas las estaciones del año (en forma de capítulos) hasta llegar de nuevo a la primavera en el último capítulo. Con ello Mary consigue explicar de principio a fin lo que le ha sucedido, y así reivindicar lo que ha sufrido


Nell Leyshon (Glastonbury, Reino Unido, 1962) Es una escritora de teatro, de novela y de guiones radiofónicos. Después “Del color de la leche” ha escrito otras novelas publicadas aquí: “Memorias de una carterista”, “El show de Gary”, “La escuela de canto” y “El bosque”. 

Una autora que ha despertado mi interés y que intentaré leer en otra de sus novelas.

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