Cuando la tormenta pase de Manel Loureiro

 Lectures d’hospital 3/9

“Cuando la tormenta pase” de Manel Loureiro. Me atraen los thrillers donde surge una tormenta que causa un aislamiento tal que impide pedir auxilio a sus personajes cuando lo necesitan. Con esa situación ya tengo bastante para sentarme a leer con las piernas encogidas sin que los pies me toquen el suelo.

Además del detalle de la tormenta, la acción de la novela se sitúa en un lugar tan maravilloso como la Isla de Ons (costa gallega) un lugar paradisiaco que me enamoró hace más de cuarenta años cuando lo visité con Ricard en nuestro primer viaje de vacaciones juntos.

La isla de Ons actual tiene poco que ver con la que podemos visitar ahora, aunque ahora esté catalogada como zona protegida. Es aquello bello, sobrenatural, que los humanos transformamos con nuestra abundante presencia y por lo que pierde su belleza genuina. La historia de siempre. 

La isla de Ons es un lugar con tal presencia que se convierte en un personaje más de “Cuando la tormenta pase”

En el relato de la historia, junto a la tormenta, al estar en una isla, no puede faltar un faro. Me fascinan los faros. El faro de la isla de Ons es un lugar de visita obligada al que acuden en peregrinación todos los visitantes. Los que lean la novela comprenderán la importancia que tiene en la historia.

Novela entretenida, con giros de acción constantes, en ella un escritor decide pasar un tiempo en Ons, cuando la época estival y turística, ha pasado para aislarse y recuperar la inspiración que le ha abandonado últimamente. Sabe que hasta dentro de un tiempo no volverá el barco que lo deja en la isla a recogerlo. Le suceden tantas cosas que ya veremos si la inspiración viene a visitarlo en algún momento.

Imprescindible leer la novela con mente abierta y poca exigencia sobre la credibilidad de lo que allí sucede, puesto que creo que Manel Loureiro a lo que realmente aspira es a sorprendernos en cada giro de página para que no nos movamos del sillón donde estamos leyendo.

 Aunque en mi caso fuese un sillón azul del hospital de Bellvitge junto a la cama de mi papi.